¿Cómo cuidar a una persona que tiene diabetes?

La forma tradicional del cuidado de ésta y la mayoría de las enfermedades, recae en los profesionales de la salud e inclusive familiares; pero se ha demostrado que un paciente empoderado, es quién tiene mayor control de su enfermedad. El control de la diabetes depende de muchos factores y muchos de ellos dependen directamente del paciente, por lo que el autocuidado es indispensable para lograr un buen control.
El “empoderamiento en diabetes” abarca el conocimiento, por el paciente, de su organismo y su relación con la enfermedad para que, con la asesoría adecuada, él mismo pueda tomar decisiones correctas para llevar el mejor control de la diabetes.

La Federación Mexicana de Diabetes A.C. recomienda a los pacientes desarrollar 7 hábitos básicos en el cuidado de la diabetes:

  1. Medir constantemente los niveles de glucosa: Llevar un registro diario de estas cifras proporciona una herramienta de gran ayuda para los profesionales de la salud. Permite la modificación del tratamiento con base en los cambios en los niveles de glucosa
  2. Comer saludablemente: Una dieta adecuada para personas con diabetes no está privada de sabor. Se debe llevar un plan de alimentación personalizado y adecuado a las necesidades, pero del gusto de la familia, para así lograr una nutrición correcta y mantener o conseguir un peso adecuado, pero sobre todo para controlar los niveles de glucosa.
  3. Seguir el tratamiento médico: Es necesario conocer la función y efectos, así como horarios del tratamiento vía oral y/o la insulina, para el apoyo en el control de los niveles de glucosa, y deberá relacionarse con los alimentos y la actividad física.
  4. Mantenerse activo: Establecer un plan de actividad física constante y de acuerdo a la condición personal ayuda a normalizar los niveles de glucosa y contribuye al control metabólico. Caminar 30 minutos diarios 6 veces a la semana es suficiente para a ver resultados.
  5. Aprender a enfrentar retos cotidianos: La educación es la piedra angular en el control de la diabetes. Un paciente que se conoce y que conoce su condición reduce la posibilidad de presentar complicaciones y, por ende, garantiza una mejor calidad de vida. Los retos más comunes son el manejo de hipoglucemias e hiperglucemias.
  6. Tomar una actitud positiva y adaptarse sanamente al nuevo estilo de vida: Implementar técnicas que ayuden a relajarse y a incorporar la diabetes a la vida cotidiana para aprender a vivir mejor con ella.
  7. Reducir riesgos: Aprender sobre las complicaciones agudas y crónicas de la diabetes y cómo prevenirlas. Además es importante iniciar una revisión periódica por especialistas (oftalmólogo, odontólogo, etc.) para su detección y control oportuno.

De los anteriores puntos, quizá el más importante es el monitoreo de glucosa en la sangre, pues ante una descompensación de ésta, las complicaciones de la diabetes son inevitables y sería muy difícil efectuar los demás puntos de prevención.

Por esta razón se considera especialmente importante que las personas que padecen diabetes conozcan su enfermedad, las metas del tratamiento y la manera en la que pueden contribuir a su propio cuidado.
Tanto para los pacientes como para los familiares, la diabetes es un padecimiento crónico que necesita dedicación y apoyo constante, pues de esta manera es posible adquirir una vida estable y libre de complicaciones.

Recordemos que los cuidados en la diabetes son personales, que depende de cada paciente el éxito en su control y que existen recursos adicionales de cuidado como el consumo de bacterias probióticas como el Lactobacillus casei Shirota.

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