¿Cuál es la forma adecuada de conservar los alimentos?

En general los alimentos son perecederos, lo que significa que tienen un tiempo determinado para consumirse debido a su inminente deterioro. La principal causa de descomposición de un alimento es el ataque de microorganismos como bacterias, levaduras o moho. Por lo tanto, los alimentos necesitan ciertas condiciones para durar más tiempo y mantener su valor nutritivo.

Los alimentos frescos son los más perecederos (carne picada, pescado fresco, frutas, verduras, leche y huevos), en segundo lugar encontramos los platillos preparados, y por último, los alimentos que menos problemas suponen son las especies, la miel, sal, azúcar o mermeladas, cuya composición dificulta el crecimiento de ciertas bacterias patógenas.

Conservar los alimentos en casa no es difícil, pero deben tomarse en cuenta ciertos aspectos, que en ocasiones solemos olvidar. Por ejemplo, el tiempo y la temperatura favorecen la proliferación de ciertas bacterias patógenas: cuanto más tiempo esté un alimento a una temperatura ambiental, más rápido se contaminará. Este es el motivo del por qué el frío, a través de la refrigeración y/o congelación, es uno de los métodos más extendidos para la conservación de los alimentos.

Recomendaciones para conservar los alimentos

La refrigeración frena la proliferación de los microorganismos patógenos pero no la detiene completamente, entonces, a pesar de utilizar el refrigerador para almacenar y conservar los alimentos, se debe tomar en cuenta el tiempo de estancia en el mismo.

  • La carne picada y el pescado fresco es recomendable almacenarlos solo 1 día
  • La carne cruda, cocida, el pescado cocido y la leche pasteurizada pueden conservarse en refrigeración de 2 a 3 días.
  • Postres caseros, verduras cocidas y embutidos pueden almacenarse hasta 4 días
  • Platillos o comida preparada puede conservarse en refrigeración máximo 5 días
  • Los huevos, mantequilla o crema pude almacenarse hasta por 3 semanas

 

¿Cómo deben almacenarse los alimentos preparados?

Muchas veces preparamos alimentos más de la cuenta, pero esto no significa que debamos deshacernos de ellos. Si los almacenamos correctamente, podremos disfrutar de un rico “recalentado”.

Se recomienda almacenar los alimentos ya preparados y listos para consumir de la siguiente manera:

  • Los alimentos líquidos como sopas, consomé o caldillos deben conservarse en un envase con cierre hermético y tapa para conservar a los alimentos de posibles microorganismos, inclusive de contaminación cruzada con otros alimentos.
  • Los alimentos enlatados una vez que se abrió la lata y no se consumió del todo, deben guardarse en recipientes herméticos ya que el material de la lata podría oxidarse y algunos componentes químicos de esta podrían contaminar los alimentos.
  • La comida preparada debe almacenarse dependiendo los tipos alimentos con que fue elaborada. Platillos muy caldosos deben almacenarse no más de 24 horas. Si es arroz, espagueti o papas pueden almacenarse por un máximo de 5 días. Y por último, alimentos con carne, huevo, pescado es recomendable no conservarlos más de 2 días.

 

Todos los alimentos que “sobran” deben almacenarse tapados, de preferencia herméticamente. Si no se cuenta con recipientes o envases de plástico herméticos, puedes utilizar papel aluminio, bolsas de plástico o envases de vidrio.

Por último, es imposible evitar el deterioro de los alimentos, pero si es posible conservarlos durante un tiempo. La finalidad es evitar la actividad de las enzimas y los microorganismos causantes de la descomposición.

Recuerda que una alimentación saludable, ejercicio y el consumo de probióticos como el Lactobacillus casei Shirota son la clave para mantenerte saludable.

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