En las últimas décadas han cambiado nuestros hábitos de vida (alimentación inadecuada, tendencia al sedentarismo, estrés y menor cantidad de horas de descanso). Ambiente que promueve el desarrollo de sobrepeso y obesidad, por lo tanto, es necesario tomar conciencia y realizar cambios de comportamiento.
En México, el sobrepeso y la obesidad representan el principal problema de salud pública. De acuerdo a la encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012) el 69.4% de los hombres y el 73% de las mujeres de 20 y más años presentan exceso de peso, lo cual repercute directamente en la posibilidad de desarrollar síndrome metabólico.
El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones en el organismo que pueden aparecer de forma simultánea como son: exceso de peso, hipertensión arterial, niveles altos de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre, lo que lleva a desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes y/o problemas renales, principales causas de muerte en el país.
Si presentas dos o más de los siguientes problemas, se recomienda que visites al médico.
- Obesidad androide, con un IMC mayor de 30 kg/m2, con un perímetro de cintura excesivo en los hombres mayor a 90cm y en las mujeres mayor a 80cm.
- Glucosa alterada. En ayunas presentar más de 100 mg/dl.
- HDL (colesterol bueno) bajo. En el caso de los hombres menor a 40 mg/dl y en las mujeres menor de 50 mg/dl.
- Hipertriglicéridemia. Más de 150 mg/dl.
- Presión arterial elevada. Presión sistólica mayor de 130 o presión arterial diastólica mayor de 85 mmHg.
Cuando las personas con síndrome metabólico cambian sus hábitos, es muy probable que cambie a favor su calidad de vida: el mejor tratamiento se basa en la prevención y/o control de factores de riesgo. En un principio se debe prevenir el sobrepeso y en caso de tener, es importante la reducción de este con una alimentación baja en grasas saturadas (chicharrón, embutidos, carne de puerco) y azúcares simples (dulces, panes, mermeladas, cajetas, azúcar y miel). Se recomienda incluir cereales integrales como la avena e incrementar el consumo de verduras y frutas.
Realizar actividad física (al menos 30 minutos al día, de 3 a 5 veces por semana) en forma regular ha demostrado ser efectiva para prevenir los factores de riesgo que provocan el desarrollo de síndrome metabólico y a su vez, también puede ayudar a:
- Disminuir el riesgo de desarrollar Diabetes tipo 2
- Reducción del riesgo de padecer infartos
- Elevar tus niveles de colesterol bueno (HDL) y disminuir el riesgo de alguna enfermedad cardiovascular
- Mantener normal la presión arterial
- Bajar los niveles de triglicéridos
Un buen estado de salud inicia en casa. Si los padres tenemos un estilo de vida saludable, será más fácil que los niños lo continúen y en un futuro prevenir factores de riesgo para desarrollar síndrome metabólico. Llevar una alimentación correcta, la práctica de ejercicio y el consumo de probióticos, en especial el Lactobacillus casei Shirota, son considerados hábitos de vida saludable
¡Practícalos!
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