Uso de probióticos en infecciones de vías urinarias.    

En el año 2010 el Sistema de Vigilancia Epidemiológica reportó a las infecciones de vías urinarias como el tercer lugar dentro de las principales causas de morbilidad en nuestro país.

Esta enfermedad es la primera causa de consulta ginecológica y su aparición se incrementa con el embarazo, por lo que es muy importante controlarla a tiempo para evitar complicaciones perinatales.

¿Sabías que la incidencia de infecciones en vías urinarias es 10 veces mayor en mujeres que en hombres debido a la corta longitud de la uretra femenina?

En la actualidad se utilizan antibióticos para el tratamiento y disminución de las reincidencias de infecciones en general. Sin embargo, su uso excesivo y prolongado ha causado resistencia a los mismos y un desequilibrio de la microbiota vaginal, haciendo que el número de Lactobacillus disminuya, por lo que la barrera natural contra bacterias patógenas se altera y aumenta el desarrollo de bacterias uropatógenas.

Por estas razones es que se han buscado nuevas alternativas terapéuticas como puede ser el uso de probióticos para restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal.

Diversas investigaciones alrededor del mundo, mencionan que el uso de probióticos para el tratamiento y prevención de infecciones urinarias es prometedor debido a que:

• Pueden ayudar a restituir el equilibrio de la microbiota vaginal.
• Aumentan el número de bacterias benéficas como los Lactobacillus, mismos que producen ácido láctico y peróxido de hidrogeno, sustancias que inhiben el crecimiento de microorganismos patógenos.
• Estimulan el sistema inmune a nivel gastrointestinal, activando así las defensas del cuerpo.

¿Cómo prevenir las infecciones urinarias?

• Consumir dos litros de agua al día ayudará a eliminar bacterias patógenas a través de la orina
• Ir al baño apenas se sienta la necesidad ”no aguantarse las ganas”, ya que si la orina permanece demasiado tiempo en la vejiga se pueden desarrollar microorganismos patógenos.
• El consumo de lácteos fermentados con probióticos como el Lactobacillus casei Shirota pueden ayudar a mantener el equilibrio de la microbiota vaginal.

En conclusión, el uso de probióticos puede ser una excelente opción en el tratamiento y prevención de infecciones urinarias. Sin embargo, hacen falta más estudios que determinen con exactitud los mecanismos de acción de estos, así como las dosis recomendadas.