Así como la microbiota intestinal influye en la salud, nuestro estilo de vida contribuye en la diversidad y homeostasis de la misma. Para mejorarla, es necesario adoptar hábitos saludables como los siguientes:

1. Alimentación variada, incluir verduras, frutas y cereales integrales; estos elementos son ricos en fibra dietética, que sirve como alimento para las bacterias benéficas del intestino
2. Practicar ejercicio: ayuda a mejorar la digestión y reduce el estrés, esto favorece la reproducción de bacterias benéficas
3. Descanso adecuado
4. Incluir el consumo de probióticos: bacterias benéficas que el intestino necesita para mantenerse saludable como el Lactobacillus casei Shirota.

Adoptar estos hábitos puede contribuir a mejorar la microbiota intestinal y la salud en general.