La higiene forma parte de la educación básica de las personas. Desde niños se aprenden una serie de prácticas que ayudan a proteger, conservar y mejorar la salud.
La OMS define a la salud como el estado completo de bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedades, entonces la higiene deriva en varias ramas como:
- La higiene personal: es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado del cuerpo. Aunque es una parte importante de nuestra vida cotidiana, la higiene personal es importante para la salud y bienestar de todos. Es indispensable educar a los niños desde edades tempranas (0-6años) y así poder prevenir enfermedades que pongan en riesgo su salud. Es elemental el lavado de manos frecuentemente y el baño diario.
- Higiene mental: El conjunto de actividades que permiten que una persona esté en equilibrio con su entorno sociocultural. Se refleja en el comportamiento cotidiano y está vinculada a la capacidad de enfrentar dificultades y aliviar tensiones. La salud mental de un individuo se refleja en su comportamiento cotidiano y está vinculada a la capacidad para manejar sus temores y angustias, controlar la ansiedad, enfrentar las dificultades. Todas las personas deberían poder llevar adelante una vida independiente sin que las relaciones interpersonales afecten su poder de decisión y resolución
- Higiene ocupacional: Se enfoca en la prevención de accidentes dentro del área de trabajo, ofreciendo garantías y capacitaciones a los trabajadores. Identifica los agentes peligrosos, químicos y físicos, en el sitio de trabajo que pueden causar accidentes
- Higiene alimentaria: Este concepto integra todas las prácticas que deben utilizarse al entrar en contacto con los alimentos. Algunas recomendaciones son lavar y desinfectar las verduras, no mezclar alimentos crudos con los cocidos. Limpieza durante la preparación de alimentos y de la persona que los prepara.
- Higiene ambiental: Se dedica a la prevención, control y mejoramiento de las condiciones ambientales básicas, necesarias para mantener la salud pública, incluyendo: el agua, el aire, el suelo, la flora y la fauna, entre otros. Este cuidado depende de todos en conjunto.
La higiene incluye entonces aspectos personales y públicos, es decir, la higiene personal y la higiene de las áreas de uso común. Por lo que es importante recordar que en nuestro lugar de trabajo pasamos muchas horas, estamos obligados a seguir las medidas necesarias para prevenir accidentes y cuidar la salud, pues muchos de ellos suceden por algún descuido o por negligencia. Nuestro trabajo impacta no sólo en resultados cuantitativos, también en la calidad de vida de los que nos rodean por lo que es necesario reflexionar si los hábitos que tengo son adecuados para cuidar la salud.
Es importante considerar que para conservar la salud en todos los sentidos que esto implica, es necesario enfocarnos en generar un ambiente agradable no solo para uno mismo sino para las personas que nos rodean.
Estos pequeños actos y muchos otros, como la buena alimentación la actividad física y el consumo de probióticos especialmente el Lactobacillus casei Shirota, contribuyen a mantener la salud de las personas.
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